Las vacaciones de verano son uno de los momentos más esperados del año. Ya sea descansando en casa o viajando son ese paréntesis que nos permite recargarnos de energía para afrontar el día a día. Sin embargo en muchas ocasiones, se ven empañadas por la logística, ¿Qué hacer con los niños, los mayores a cargo o las mascotas?, surgen conflictos con nuestra pareja (como hemos podido ver en uno de nuestros post), o nos sentimos decepcionados porque no se convierten en el momento idílico que teníamos planeado.

Para vivir este verano con calma y armonía os proponemos sacar de la maleta la Carga Mental y hacerle un hueco a los consejos que os damos.

¿QUÉ ES LA CARGA MENTAL?

¿Te suena la siguiente escena? Es de noche, estás viendo la tele todo está tranquilo y en tu cabeza suena: “Qué no se me olvide mañana ponerle la crema al niño, ¿Qué vamos a comer?, Hay que coger la sombrilla del trastero, ¡Que no se olvide el agua, las gorras para las horas de más sol, otra muda de ropa seca, una toalla de más por si acaso, juguetes para que no se aburran. Tengo que cambiar la cita del médico que nos pilla fuera. Y en el trabajo… espero que se acuerden de mandar el informe, debería llamar para recordarles eso, que como se les pase luego es un lio, ¿mandé al final el email?… Debería haber buscado un sitio más cerca, ¿y si mi familia necesita ayuda?…”

El concepto de carga mental surge en el contexto laboral y hace referencia al conjunto de requerimientos mentales, cognitivos o intelectuales a los que se ve sometido el trabajador a lo largo de su jornada laboral, es decir, nivel de actividad mental o de esfuerzo intelectual necesario para desarrollar el trabajo. De forma que se habla de carga mental inadecuada cuando las exigencias no se adaptan a la capacidad de respuesta del trabajador (INSS, 2002)

Sin embargo como podemos ver, esto no solo ocurre en trabajo, este fenómeno puede aparecer en nuestro día a día. De forma general la carga mental hace referencia a ese esfuerzo mental y emocional que nos supone alcanzar un resultado o cumplir un objetivo. A veces esta pesada mochila, aumenta en verano produciendo un mayor desgaste en nuestro estado de ánimo e influyendo en nuestra capacidad de atención y de disfrute. Puede convertirse en un verdadero enemigo de nuestras vacaciones.

TIPS PARA CONSEGUIR CALMA Y ARMONÍA

Debemos centrarnos en reducir el número de tareas pendientes a las que les dedicamos espacio mental. Os recomendamos:

  • Organización: tener todos esos asuntos logísticos que nos preocupan resueltos antes de salir es fundamental. Podemos hacer un pequeño planing con las comidas, si hay que recordar alguna fecha importante o cita e incluso turnos de limpieza y organización para toda la familia. No es necesario que sea nada rígido, simplemente un plan que nos permita afrontar cada día sin tener que enredarnos con las pequeñas decisiones y labores.
  • Delegar: tanto en el ámbito laboral como en el familiar, confía en los compañeros que se quedan cubriéndote, pídeles ayuda en lo que necesites. Haz participe a toda la familia de la planificación de las vacaciones, las compras los planes y la diversión.
  • Dedica tiempo para ti: tanto si las vacaciones son en familia, pareja o amigos, busca momentos para cuidarte y descansar. Lee ese libro que llevas tiempo dejando para después, pasea por la playa o vuelve a ver esa saga de películas que te encantan. Olvídate de la prisa.
  • Pon plena atención en el ahora: deja las expectativas a un lado, observa lo que hay a tú alrededor, los sonidos, los olores, las emociones y las sensaciones, disfruta de cada una de ellas, date permiso para estar en el momento presente sin más.

¡RECUERDA!

Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte. (François de la Rochefoucauld)

No dudes en llamarnos, desde donde sea si lo necesitas.

Isabel Roldán, Psicóloga.


Ministerio de trabajo y asuntos sociales. Documento divulgativo. La carga mental de trabajo (2002)