Llegadas estas fechas en las que tantos juguetes se regalan, toca pararnos a reflexionar sobre cuáles son los juguetes más apropiados para cada niño.
El punto del que partiremos es el de conceder una gran importancia al juego en la primera infancia como fuente de aprendizaje. El juego, en esta etapa, no sirve solamente como entretenimiento para ocupar el tiempo libre como puede ocurrir en los adultos. Mediante el juego, el niño adquiere sus primeros aprendizajes. Constituye una importante fuente de estímulo para su correcto desarrollo y el juguete se convierte en la herramienta que le motiva y estimula.
Por tanto, lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un juguete es la edad del niño y la etapa del desarrollo en la que se encuentra para potenciar al máximo sus capacidades.
Cada etapa de la infancia tiene unas características, necesidades y habilidades que podemos estimular a través del juego. En este sentido, es recomendable seguir las indicaciones que realizan los propios fabricantes en cuanto a la edad recomendada.
A la hora de elegir, pensemos en el tipo de actividad que fomenta el juguete en el niño. Cuanto más pequeño es, menos necesita del juguete y más del juego de interacción con el adulto (bailar, balancearse, mirarse en un espejo, imitar muecas…)
La Asociación Americana de Pediatría recomienda eliminar los juguetes tecnológicos. Cuanto más sofisticado sea el juguete y más acciones realice por sí mismo, menos margen dejaremos para que sea el niño quien adopte un papel activo y por tanto menos se activará su cerebro. La neurociencia nos alerta, además, de que estos juguetes pueden alterar la atención y el autocontrol, sobre todo en niños menores de 6 años.
Se ha puesto de moda recientemente el término slow toys o juguetes sin pilas. Son muy populares en Inglaterra y Alemania y en los últimos años están llegando a nuestro país. Podemos considerarlos como los juguetes que más favorecen el desarrollo infantil ya que promueven el juego libre, la imaginación y la creatividad. Son aquellos que promueven el papel activo del niño en el juego.
Las características de estos juguetes son:
- Promueven la imaginación, creatividad y el juego libre
- Se adaptan al ritmo de desarrollo del niño
- Son juguetes manipulativos
- Están hechos de materiales naturales y están elaborados con garantía y calidad
- Favorecen el aprendizaje de las capacidades cognitivas y el desarrollo motriz
- Son respetuosos con el medio ambiente
A la hora de elegir un juguete también es importante tener en cuenta los gustos y las preferencias del niño. En ocasiones se dan discrepancias entre las expectativas de juego del adulto y los intereses reales del niño. En este sentido hay que saber ceder el papel protagonista al niño y convertirnos en mediadores del juego.
Otro aspecto a tener en cuenta es la seguridad. Debemos adquirir productos que sean adecuados para la edad y que además estén fabricados siguiendo las normas que garanticen su calidad para ser manipulados sin que el niño corra riesgos.
Somos muchos los especialistas de la psicología y la educación en general, que recomendamos limitar el número de juguetes que se regalan en estas fechas para evitar que el niño esté sobreestimulado y finalmente no de valor al juguete en sí, sino al número de regalos que recibe.
Francesc Núñez, sociólogo de la UOC, propone “La regla de los 4 regalos” para establecer ciertos límites. En resumen, Núñez propone 1, regalar algo que de verdad le haga ilusión, 2, algo que necesite, 3, algo educativo, – un libro por ejemplo- y 4, algo para jugar en compañía.
Aunque sin ninguna duda, el mejor regalo que puedes hacerle a tus hijos es el tiempo que pasas con ellos y si es jugando mejor que mejor.
No dejes de contactar con nuestro Centro si necesitas alguna orientación o aclaración de este tema. Estaremos encantadas de acompañarte en tu camino.
¡Felices Fiestas!
Macarena Gea Maldonado
Psicóloga Santaria Cda. nº AN-0485
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