¿A que nos referimos cuando hablamos de presión social?
A una serie de necesidades o metas que nos crea la sociedad y que deberíamos tener alcanzadas según qué edad y el no conseguirlas nos produce malestar y frustración además de que en muchas ocasiones puede dañar nuestra autoestima, confianza, seguridad…
¿Qué pasa cuando la mujer cumple una edad y aún no ha tenido hijos? Pues además de la llamada del reloj biológico hay otros factores que pueden limitar esta decisión como pueden ser la estabilidad emocional, económica y laboral.
Aunque los tiempos han cambiado y han avanzado mucho, todavía la presión social y familiar ejerce un gran peso. A día de hoy no existe evidencia que compruebe que una vida sin hijos sea menos completa y feliz que una vida con ellos.
¿Como podemos afrontar esta presión social para no dejarse influenciar y poder tomar la decisión libremente?
- Reflexionar sobre el hecho de querer o no tener hijos
- Escuchar nuestra voz interior y ser sinceros con nosotros mismos
- Si nos hace ilusión afrontar el desafío
- Si nuestro planteamiento surge de las muchas veces que nuestra pareja o nuestro entorno ha sacado el tema.
- Por tener miedo a lamentarnos en el futuro porque nos trasmitieron la idea de ser madre como una obligación
También puede ser práctico hacer un listado con los pros y contras que puede proporcionar la maternidad y preguntar a personas de nuestro entorno con niños para saber o imaginar cómo puede ser la situación después de ser madre.
Si se decide ser madre se deberá tener en cuenta como llevar a cabo el reto teniendo en cuenta aspectos que algunas mujeres considerarán importante como una independencia económica o tener pareja y otras no los tendrán en cuenta para llevar a cabo el objetivo.
Es importante considerar algunos factores que pueden obstaculizar esta decisión y truncar nuestro sueño como pueden ser, que no se cuente con una estabilidad económica, que no se haya encontrado a la pareja idónea o que exista alguna dificultad física. No se trata de renunciar a ser madre sino de aceptar que existen circunstancias que no podemos controlar e ir adaptándose si se ha iniciado la decisión.
En el caso que no se decida tener hijos es esencial llegar a un acuerdo mutuo en la pareja de porque no quieren afrontar la paternidad y dejarlo claro a su entorno.
De ningún modo hay que sentirse culpable, siendo necesario vivir como uno quiere y que los que nos rodean respeten nuestra decisión, y que para conseguir una vida plena y feliz depende de muchos factores que van más allá de tener o no tener hijos.
Si estas pasando por algo similar o incluso le pasa a alguien de tu entorno, puedes ponerle remedio lo antes posible. Llámanos y te atenderemos en nuestro centro.
Fdo. Gema Benítez Altamirano. Psicóloga
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