Seguramente mientras lees esto, y te paras a pensar un minuto, conoces a alguien o te ha hablado de alguien que se rindió ante la vida y decidió ponerle fin. A este comportamiento en el mundo de la salud mental se le conoce con el término de suicidio.

En otras ocasiones, conocemos a personas que se autolesionan o que presentan conductas autolíticas.

Por conducta autolítica entendemos toda acción autoinfligida que causa dolor o lesiones independientemente de la naturaleza, motivo, motivación pero que no tiene como objetivo causar la muerte. SI bien es cierto que la actual evidencia revela una estrecha relación entre conducta autolítica y suicidio. Aquellas personas con conductas autolíticas de repetición tienen mayor riesgo de morir a causa de un suicidio que aquellos que sólo presentan conductas autolíticas una sola vez.

Puede no estar claro si la conducta iba encaminada a terminar con la vida de la persona o se trataba de una conducta autolítica no suicida. Por ese motivo resulta fundamental realizar una valoración individualizada de cada persona, explorando sus intenciones y motivaciones, sin olvidarnos de posibles factores de riesgo previos tales como consumo de alcohol, enfermedad mental diagnosticada, aislamiento social, conductas autolíticas previas…

Sólo un porcentaje pequeño de aquellas personas que presentan conductas autolíticas acabarán cometiendo suicidio. Pero no podemos obviar este dato ya que el porcentaje de suicidios es mayor que en la población general.

Es necesario destronar los siguientes MITOS:

  • Quien se autolesiona busca llamar la atención de sus seres queridos. Esto no es real. En la mayoría de los casos, las conductas autolíticas suponen un modo de afrontar el estrés o ansiedad ante pensamientos, sentimientos…
  • Quien se autolesiona tiene una enfermedad mental. Las conductas autolíticas son más un comportamiento que una enfermedad mental.
  • Quien se autolesiona lo hace para terminar con su vida. Esto no es así para la mayoría de las personas. Autolesionarse es un modo de afrontamiento, siempre debe tomarse seriamente.
  • Quien se autolesiona esta clínicamente deprimido. Autolesionarse es un modo de hacer afrontamiento.
  • Autolesionarse es cortarse. Hay muchas maneras de autolesionarse, como por ejemplo dares golpes, atiborrarse de comida, quemarse…
  • Autolesionarse es raro entre la población joven. Esto no es así.

Podemos plantearnos por qué es importante entender las conductas autolíticas. Una mayor compresión del problema puede llevar a una aproximación más asertiva y reducir el nivel de critica al que se exponen las personas afectadas por este problema.

Apoyar a una persona con conductas autolíticas puede ser desafiante y lleva asociado una serie de pensamientos y sentimientos de miedo, ira, ansiedad, confusión, preocupación, autoculpa…  Resultará prioritario ser conscientes de nuestras propias emociones.

¿Qué podemos hacer?

  • Siempre hay que hacer caso a cualquier tipo de verbalización referente a ideación suicida y esto hay que hacerlo sin enfadarnos o juzgar a la persona. Recuerda que esa persona está sufriendo.
  • Permítele que se exprese. Es fundamental que esa persona se sienta apoyado y libre de expresar emocionalmente como se siente. Que se sienta seguro.
  • No por hablar del suicidio o de sus ideas, estas se van a aumentar. Habla sobre sus ideas transmitiéndole seguridad y déjale saber qué entiendes que lo está pasando mal.
  • Recuérdale que nada es para siempre… que todo empieza y acaba. Muchas veces se olvidan de la temporalidad de los hechos.
  • Buscar soluciones a sus problemas juntos. Esto les ayuda a cambiar la visión acerca de sus problemas.
  • Procura que esté acompañado la mayor parte del tiempo; sobre todo si has detectado señales de ideación suicida. Trata de quitar cualquier objeto que pueda usar para hacerse daño.
  • Siempre que sea necesario, no tengas claras las cosas o te desborde la situación, pide ayuda a un profesional. (Teléfono de la esperanza 717 003 717; teléfono de atención a la conducta suicida 024).

 

Recuerda, no estás sol@. Si tienes algún problema o alguien de tu familia lo plantea, pide ayuda. Podemos atenderte.

 

Inmaculada Fabre Bernal

Enfermera Especialista en Salud mental

Estudiante de 4° de Psicología


 

Suominen, K., Isometsä, E., Ostamo, A., & Lönnqvist, J. (2004). Level of suicidal intent predicts overall mortality and suicide after attempted suicide: a 12-year follow-up study. BMC PSYCHIATRY, 4, 11.