Nuestros pensamientos juegan un papel crucial en nuestra salud y bienestar. Las personas sufrimos situaciones negativas que provocan estrés. Es necesario convivir con ellas por eso, cultivar una mentalidad positiva puede ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.

En este post, exploraremos estrategias respaldadas por evidencia científica, que te ayudarán a tener más pensamientos positivos y cómo esto favorece tu salud.

1.- Practica la gratitud

La gratitud es una poderosa herramienta para fomentar pensamientos positivos. En un estudio llevado a cabo por Emmons y McCullough (2003), se demostró que llevar un diario de gratitud, donde anotes tres cosas por las que te sientas agradecido/a cada día, puede aumentar tu satisfacción con la vida y reducir los niveles de estrés. Seguro que tienes muchas cosas por las que estar agradecido/a aunque sea difícil verlas en un momento de bajón.

2.- Rodéate de esas personas que te aportan y te hacen sentir bien.

Las personas con las que nos rodeamos influyen en nuestros pensamientos y emociones. Según Lyubomirsky, King y Diener (2005), estar en un entorno social positivo puede aumentar los sentimientos de felicidad y bienestar. Busca compañía de personas positivas y optimistas, ya que su actitud puede ser contagiosa. Haz la prueba, mira cómo se te dibuja una sonrisa tan sólo con ver a alguien reír a carcajadas.

3.- Pon el foco en ti a través de la autorreflexión y el autocuidado

A veces hay que quitar el piloto automático. Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus pensamientos y emociones. Identifica y desafía los patrones de pensamiento negativos o distorsionados, e intenta reemplazarlos con pensamientos más positivos y realistas. Además, cuida de tí realizando actividades que te brinden placer y bienestar. (Sí, dedicar tiempo a lo que te gusta te reportará mayor felicidad). Estas prácticas promueven un equilibrio emocional y una mayor resiliencia frente a las dificultades.

4.- ¿Sabes poner en práctica el mindfulness?

La meditación y la atención plena (o mindfulness) son técnicas que nos ayudan a entrenar nuestra mente para enfocarnos en el presente y aceptar nuestros pensamientos sin juzgarlos. Según Kabat-Zinn (2003) estas prácticas han demostrado efectos positivos en la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, al tiempo que promueven emociones positivas y una mayor claridad mental.

5.- No te tiendas trampas: establece metas realistas y celebra tus logros

A veces nos frustramos y sufrimos por no poder alcanzar nuestras metas. Asegúrate de que tus objetivos están alineados con la realidad y son alcanzables. Esto te brindará un sentido de propósito y logro. Según Carver y Scheier (2014), al fijar metas pequeñas y alcanzables, aumentas tus posibilidades de éxito y te brindas la oportunidad de celebrar tus logros. Esta sensación de satisfacción y progreso contribuye a generar pensamientos positivos y mayor confianza en ti mismo/a.

 

Psicóloga,  María Jaén Moreno


Emmons, R. A., & McCullough, M. E. (2003). Counting blessings versus burdens: An experimental investigation of gratitude and subjective well-being in daily life. Journal of Personality and Social Psychology, 84(2), 377-389.

Lyubomirsky, S., King, L., & Diener, E. (2005). The benefits of frequent positive affect: Does happiness lead to success? Psychological Bulletin, 131(6), 803-855.

Kabat-Zinn, J. (2003). Mindfulness-based interventions in context: Past, present, and future. Clinical Psychology: Science and Practice, 10(2), 144-156.

Carver, C. S., & Scheier, M. F. (2014). Dispositional optimism. Trends in Cognitive Sciences, 18(6), 293-299.