El término Montessori está íntimamente relacionado con la crianza, los juguetes que compramos e incluso podríamos decir con la creación de espacios tanto en el aula como en el entorno familiar. Pero ¿qué hay detrás de este término y cómo podemos asegurarnos de que los juguetes o las actividades que programamos cumplen realmente con esta corriente pedagógica?
En este post analizaremos los principios básicos de este método, aclararemos algunos mitos que existen sobre el mismo y daremos algunos tips que nos ayudarán a distinguir cuándo un material cumple con los requisitos necesarios para identificarlo como tal.
El término Montessori sigue vigente hoy en día en educación a pesar de ser una propuesta pedagógica que creó la Dra. María Montessori a principios del siglo XX. Investigaciones científicas actuales siguen validando día a día este método educativo como un conjunto de elementos que ayudan a los niños y niñas en su desarrollo holístico de mente, cuerpo y emociones.
El método se basa en la observación empírica de los niños y niñas, reconociendo las diversas fases de desarrollo a lo largo de la vida, sus intereses y capacidades.
Principios básicos del Método Montessori:
- Mente absorvente del niño: el niño tiene la capacidad innata de percibir, procesar y almacenar sin esfuerzo todo lo que proviene del ambiente que le rodea.
- El área de aprendizaje de un espacio Montessori está dividida en diferentes áreas relacionadas con las cinco áreas clave en el aprendizaje: vida práctica, sensorial, lenguaje, matemáticas, cultura y ciencia. El aula está organizada y sin desorden para evitar distracciones y enfatizar que es un espacio de aprendizaje.
- Periodos sensitivos: son aquellos periodos en los que el niño muestra especial interés por aprender una determinada área. También se les denomina “ventanas de aprendizaje”.
- Normalización: es el proceso mediante el cual el niño alcanza gradualmente el orden, la autodisciplina y la socialización.
- Ambiente preparado: es el entorno en el que el niño se desarrolla, tanto físico como social. El orden en el entorno (físico, temporal, etc.) ayuda a construir un cerebro ordenado.
- Respeto del ritmo de aprendizaje: el niño es el centro y cada uno tiene un ritmo de aprendizaje que el adulto debe respetar evitando hacer las cosas en su lugar.
- El rol del adulto: su función es guiar al niño, dejando que él marque el ritmo dirigido por sus intereses favoreciendo la autonomía física y de pensamiento. A los adultos responsables del aula se les denomina guías Montessori y tienen una formación específica para este fin.
- Materiales Montessori: María Montessori diseñó materiales didácticos específicos para su método educativo. Se pueden clasificar por áreas de conocimiento o por edad y tienen unas características que los identifica:
- Están diseñados para ser atractivos, con colores vivos, texturas y formas que capten la atención del niño.
- Son manipulativos para que los niños puedan aprender con sus manos.
- Son secuenciales para mostrar cada material en un orden concreto. Se presentan al niño en secuencia, de lo más fácil a lo más difícil, de acuerdo con sus necesidades e intereses de desarrollo.
- Son autocorrectivos, lo que permite al niño saber por sí mismo si se ha equivocado o no.
- Están diseñados con elementos naturales como la madera, el vidrio o el metal.
Es frecuente encontrar juguetes cuya publicidad indica que son Montessori. Para identificar un juguete Montessori auténtico es esencial que nos fijemos en los materiales con los que está fabricado, deben ser naturales y sostenibles y tiene que tener un diseño funcional y que promueva la independencia del niño. También debe ofrecer un experiencia sensorial rica y estar adaptado a la edad y habilidades del niño.
A pesar de que hay evidencia científica que avala el método, sobre él recaen una serie de mitos que conviene clarificar:
- El hecho de que los niños puedan elegir las actividades en función de sus intereses no quiere decir que haya ausencia de reglas y disciplina. Los niños tienen libertad de elegir y tomar decisiones dentro de un marco preestablecido y un entorno preparado. La libre elección en un espacio ordenado promueve la motivación.
- El método no está diseñado sólo para niños brillantes o por el contrario para niños que tengan necesidades educativas especiales. Es aplicable a todos los niños logrando potenciar su capacidad.
- Existe la creencia de que los niños Montessori están peor preparados y fracasan al dejar el sistema. Por el contrario, estudios recientes han demostrado que los niños que asistieron a programas Montessori superaron a sus pares de escuelas tradicionales tanto en resultados académicos como en habilidades creativas en todas las edades (Denervaud et al., 2019).Personalidades influyentes y exitosas como los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, así como el Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, son ejemplos de los frutos de la metodología Montessori. García Márquez incluso afirmó que los primeros años de su infancia fueron la cantera de la cual surgió toda su obra.
- No existen exámenes ni calificaciones ¿Cómo constatar el aprendizaje? Los exámenes y las calificaciones no siempre garantizan el aprendizaje. En cambio, la observación del niño y su evolución proporcionan una visión clara de su progreso.
Por último señalar que no todas las escuelas Montessori son iguales, por tanto, es importante que las familias se aseguren de que los maestros estén formados en instituciones certificadas para garantizar que la escuela sea auténticamente Montessori y que se esté proporcionando la educación adecuada para el desarrollo integral del niño y por otro lado, determinar si esta propuesta pedagógica es coherente con los valores que la familia pretende inculcar.
Macarena Gea Maldonado
Psicóloga sanitaria. Col.:AN-04835
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