31 de diciembre… últimos minutos… empiezan las campanadas que nos separan del comienzo de una nueva época. El brindis con cava marca el inicio del nuevo año y empieza enero con su desesperada y frenética búsqueda de los mejores propósitos para este período que comienza.

¿Qué entendemos por propósito? Implica una determinación firme por conseguir hacer algo. Hay un sinfín de propósitos como dejar de fumar, perder peso, apuntarse al gimnasio, correr una maratón, gastar menos dinero en cosas que no necesitamos… y así la lista continúa.

Todo 1 de enero nos despertamos con la firme idea de llevar a cabo nuestros propósitos. Pero, siendo realistas, muchos abandonamos en el camino y no llegamos a cumplir eso que tanto nos prometimos con la última campanada del año anterior y las primeras luces del nuevo año.

¿Por qué no los cumplimos? Propósitos y motivación van de la mano. La motivación viene definida como un conjunto de factores tanto internos como externos que impulsan a la persona a llevar a cabo sus acciones. Para que la motivación haga su trabajo, es decir, nos impulse, tenemos que estar enfocados a metas que nos resulten apetecibles, atractivas y, sobre todo, que consideremos fáciles de alcanzar. Por ello, ahí van algunas ideas:

  • No plantees objetivos inalcanzables o demasiado complejos: Esto hará que perduren en el tiempo. Prolongarlos en el tiempo provocará que nuestra motivación decaiga y aparezca la frustración llevando al abandono de los mismos. Haz que tus propósitos sean sencillos de realizar. Por ejemplo, no plantees correr una maratón sin nunca antes has corrido. Mejor, plantéate empezar a caminar, alternando períodos de caminar y correr.
  • No plantees varios propósitos al mismo tiempo: Como dice el dicho, en época de desolación, no eches leña al fuego. Por ejemplo, si nos planteamos perder peso, quizás no sea el momento de dejar de fumar o viceversa. Esto podría generarnos un estrés innecesario y con ello llevarnos al abandono.
  • No olvides el porqué de tu propósito: En la mayoría de ocasiones planteamos propósitos muy vagos, como perder peso. Cualquiera puede perder peso si se lo plantea… procura personalizar tu propósito y hacerlo tuyo. Eso te ayudará a su consecución.
  • Planifícate: Plantearte qué harás cada día para conseguir tu objetivo resulta fundamental. Puedes planificar paso a paso como lograrás tu propósito. Esto te ayudará a ser constante y no decaer.
  • Recompénsate: El camino para conseguir tu propósito puede ser largo, sobre todo si, el fin es una modificación de tus hábitos como la persona que se plantea dejar de fumar. Por eso, no debes olvidar premiarte por los pequeños logros conseguidos. Esto hará que tu motivación no decaiga y te impulsará a seguir enfocado en su logro.
  • Siente orgullo de los pasos que vas dando: Comparte con tus allegados tus pequeños avances y busca en ellos el apoyo necesario para continuar.

Y si al final, eres de los que no consiguieron sus propósitos, no te obsesiones con ello y recuerda que siempre habrá un nuevo año para intentarlo de nuevo. Lo fundamental es que aprendas que cualquier momento es válido para plantearse un propósito. Y, sobre todo, no olvides cuidarte a ti y a tu salud mental durante todo el año.

´           En Intelecto, estaremos acompañándote para lo que necesites.

 

Inmaculada Fabre. Psicóloga