La ansiedad es un trastorno psicológico que te puede afectar a lo largo de tu vida con mayor o menos intensidad. Un nivel de ansiedad determinado puede ser adaptativo, porque ayuda a la superación de situaciones, pero si se establece de forma permanente, ya se convierte en un problema.

Es difícil acostumbrarse a lidiar con emociones con un afecto negativo, cuyo resultado es una respuesta ansiosa. Por eso, si sientes ansiedad puede que quieras que acabe pronto y no escuches el mensaje que te quiere transmitir de tu presente. Esta sensación de malestar puede aparecer cuando más tranquilo estás, como por ejemplo en un periodo de vacaciones. Se manifiesta de diferentes formas a nivel cognitivo y físico. Estas se pueden ver agravadas con las altas temperaturas produciendo confusión, insomnio, sudoración, fatiga, estar más irritable, ser más agresivo, dificultando la capacidad para concentrarse o un descenso en el rendimiento.

Contando con que estas sensaciones de malestar se pueden intensificar en verano, os dejamos seis tips para intentar reducir estas sensaciones desagradables que en algún momento pueden estar incidiendo significativamente con la calidad de vida deseada.

 

  • Evita bebidas con cafeína y mucha azúcar, estas aumentan la sensación de agobio y aceleración.
  • Modera el consumo de bebidas con alcohol porque esta sustancia es vasodilatadora, provocando que la temperatura de nuestro cuerpo aumente.
  • Aprende a identificar las señales que te producen ansiedad, conocer las situaciones que nos provocan ansiedad nos da mayor sensación de control y reduce los síntomas en nuestro cuerpo.
  • Practica regularmente técnicas de relajación. Sacar tiempo para estar con nosotros mismos es fundamental para la regulación/gestión emocional. El verano nos brinda una oportunidad excelente para el descanso (tiempo libre) y determinadas situaciones que nos favorecen introducirnos en estados de calma. Aprende a respirar. La puesta de sol es un momento idóneo para ello.
  • Practica deporte. Pero no lo hagas en los momentos de más calor. Aprovecha la primera hora de la mañana y/o a la caída de la tarde. Es posible que estés en la playa, termina con un baño. Si estás en la montaña, hacer caminatas adaptadas a tu nivel, generan un beneficio enorme para conseguir calma. Dormirás mejor.
  • Ríete. ¿Sabes que la risa reporta unos beneficios a muchos niveles? Entre ellos, relaja y genera imitación, así como un cambio de polaridad de las emociones. Seguro que en verano tienes más tiempo y ocasiones para reírte (un buen libro, una película, estar con amigos, jugar con tus hijos/as y pareja) Ten mirada de niño/a y disfruta como cuando lo eras.

 

Si además llevas un diario para este verano, donde puedas reflejar no sólo lo que haces, sino cómo te sientes, te darás cuenta el beneficio tan grande que tiene la expresión emocional y a su vez, tendrás un recuerdo estupendo para otras ocasiones.

 

¡Así que no lo olvides! Disfruta siempre pensando en lo mejor para tu mente, porque Sin salud mental no tenemos nada. Y si por casualidad, no eres capaz de encontrar la calma, llámanos desde donde estés, que siempre tendrás una respuesta.

 

¡Feliz verano!

 

Daniel Torres Gómez. Psicólogo.