Lo que estamos viviendo a raíz de los efectos devastadores de la DANA en Valencia dejará en nosotros secuelas emocionales y psicológicas profundas y duraderas. Tanto afectados directos, voluntarios, equipos de emergencias y familiares que están prestando ayuda o se están viendo inmersos en la situación, necesitan nuestro apoyo. A veces es difícil saber cómo afrontar los relatos, manejar el dolor del otro y mitigar su angustia. Para ayudar en esta primera tarea que tenemos por delante, os dejamos algunos tips para sostener a los afectados:
- Escucha de forma activa y empática: permite que las personas expresen sus emociones sin interrumpirlas ni juzgarlas, no intentes dar soluciones rápidas ni minimizar su dolor. El respeto y la comprensión sin más, pueden ser muy sanadores.
- Valida todas sus emociones sean las que sean: dolor, rabia, alivio, desesperación. Anímalas a que verbalicen aquello que sienten, expresandolo de la forma que sepan, dándoles espacio y tiempo cuando lo necesiten.
- No les presiones a repetir el relato una y otra vez, a contar detalles que no sean necesarios. Deja que decidan cuando y hasta donde quieren contar, cíñete a su ritmo y necesidad.
- Ofrece apoyo práctico en la vida cotidiana: si está en tu mano ayuda con la limpieza, las compras y todo aquello que pueda suponer un alivio en la carga que soportan.
- Informa sobre recursos y transmite información: usa tus redes de contacto para difundir noticias de fuentes oficiales y gubernamentales. Evita compartir información de la que desconoces el origen. Esto nos permitirá reducir la incertidumbre y el estrés.
- No compartas imágenes de personas fallecidas, de los momentos más críticos del desastre o de otros en momentos de vulnerabilidad, respetemos el dolor de familias y víctimas.
No olvides cuidarte tú también:
La democratización de la información nos permite presenciar en directo el relato en primera persona de los afectados y transmitir nuestra experiencia, ayuda u opinión. Sin embargo, esa conexión sin control puede sumar estrés y trauma a la tragedia, por ello, si no eres uno de los afectados pero estás muy implicado en todo lo que sucede, debes cuidarte también:
- Acepta tus propias emociones: angustia, tristeza, preocupación, puedes sufrir estrés y shock aunque no seas de los afectados. No juzgarte te ayudará a gestionarlo mejor.
- Establece límites en la exposición a noticias: aunque es importante estar informado la sobreexposición puede generar estrés y ansiedad. Cuídate para poder ayudar, desconectarte si te sientes superado por la información es un acto de responsabilidad.
- Comparte lo que te sucede con familia y amigos. Crea un espacio de confianza donde podáis desahogaros y aliviar el impacto profesional.
Tras lo sucedido y conforme pase el tiempo, sea cual sea tu caso, si las emociones que sientes te abruman y no sabes cómo gestionarlas, busca ayuda de un profesional.
¡Fuerza y ánimo!
Isabel M Roldán Lorente
Psicóloga Sanitaria. Col. N.:AN 12129
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